Los depósitos a plazo

Si te encuentras en la situación de haber ahorrado algún dinero y estás pensando en obtener algún rendimiento por él de la manera más segura posible, una alternativa que deberías considerar es la de invertirlo en un depósito a plazo.

Los depósitos a plazo o depósitos a plazo fijo son una alternativa de inversión que consisten en sumas de dinero procedentes de personas naturales y/o jurídicas que son colocados en una cuenta en un banco o entidad financiera por un periodo de tiempo determinado a cambio del pago de una tasa de interés determinada.

los depósitos a plazo

Al invertir en un depósito a plazo, el inversionista recibe por su dinero el pago de intereses a una tasa de interés previamente pactada con la condición de que mantenga su dinero en la cuenta por un periodo de tiempo previamente pactado; tiempo durante el cual no podrá disponer de su dinero a menos que pague una multa que suele ser significativa.

Esta alternativa de inversión es la indicada para personas con problemas para ahorrar, ya que las obliga a mantener su dinero en una cuenta en una institución financiera por un periodo de tiempo determinado sin poder disponer de éste, evitando así la tentación de utilizarlo.

Pero también es la indicada para personas con aversión al riesgo, ya que los depósitos a plazo son una inversión segura al ofrecer un interés fijo que no fluctúa de acuerdo a los cambios del mercado, y al ser supervisados y, en algunos casos, asegurados por entidades gubernamentales.

En cuanto a la rentabilidad de los depósitos a plazo, ésta suele ser mayor que la de las cuentas de ahorro aunque menor que otras alternativas de inversión con mayor riesgo tales como los fondos mutuos o la bolsa de valores.

Para empezar a invertir en un depósito a plazo el primer paso es buscar y elegir un banco o entidad financiera que ofrezca este producto, para lo cual simplemente es cuestión de navegar un poco por Internet, comparar los productos, pero también tomar en cuenta la reputación y experiencia de la institución.

Luego, para decidirnos por un depósito a plazo debemos tomar en cuenta la tasa de interés ofrecida que puede ser, por ejemplo, de 3, 6, 9%, etc., el plazo del depósito que puede ser, por ejemplo, de 30, 90, 360 días, etc. (mientras mayor sea el plazo mayor será la tasa de interés ofrecida y, por tanto, el rendimiento), y el monto mínimo de apertura.

Información que podemos obtener en las páginas web de los bancos o entidades financieras que ofrezcan el producto, o al acercarnos personalmente a sus oficinas.

Luego simplemente es cuestión de acercarnos a la institución financiera en donde queramos abrir el depósito a plazo, hacer las consultas necesarias en caso de que tengamos alguna duda, acordar si queremos que nos abonen los intereses cada 30 días o al vencimiento del plazo, acordar si queremos que una vez finalizado el plazo el depósito se cancele o se renueve automáticamente por otro periodo de igual plazo, leer y firmar el contrato de apertura del depósito, y hacer el abono correspondiente.

Para finalizar, veamos un ejemplo de una inversión en depósitos a plazo fijo:

Si un depósito a plazo de 720 días nos ofrece una tasa de interés del 7%, y decidimos invertir US$10 000, el monto y la ganancia que tendremos al final del plazo serán los siguientes:

  • monto inicial del depósito: US$10 000.
  • plazo: 720 días.
  • tasa efectiva anual: 7%.
  • monto final al vencimiento del plazo: US$11 449.
  • rendimiento o ganancia al vencimiento del plazo: US$1 449.
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