La calidad total
La calidad total, también conocida como gestión de la calidad total (TQM por sus siglas en inglés), es una filosofía, cultura o estilo de gerencia que involucra a todos los miembros de una organización en el mejoramiento continuo de la calidad en todos los aspectos de la empresa.
En la calidad total todos los miembros de la organización (yendo desde el personal de oficina hasta el gerente general) buscan mejorar la calidad de manera continua y gradual (permanentemente y poco a poco sin necesidad de realizar grandes cambios), no sólo en los productos, sino también en todos los aspectos de la empresa tales como, por ejemplo:
- en los trabajadores (por ejemplo, al contratar trabajadores bien calificados o al darles una adecuada capacitación).
- en los insumos o materia prima (por ejemplo, adquirir insumos o materia prima de primera).
- en los procesos (por ejemplo, al procurar procesos eficientes que eviten desperdicios).
- en la atención al cliente (por ejemplo, al brindar una rápida atención).
- en los proveedores (por ejemplo, al realizar una adecuada selección de proveedores).
La calidad total se basa en el hecho de que la obligación de alcanzar la calidad recae principalmente en las personas que la producen.
De ahí que la responsabilidad por lograr altos estándares de calidad, empiece en la cúpula de la organización (en los gerentes o dirigentes), pero recaiga principalmente en las personas que están más cerca de la producción (en los trabajadores de los niveles operativos).
Son los gerentes o dirigentes los que planifican la mejora de la calidad, definen políticas de calidad, establecen normas o estándares de calidad, eligen responsables del aseguramiento o control de la calidad, implementan sistemas de calidad, y establecen medidas de control de calidad; pero son los trabajadores de los niveles operativos los que aseguran o garantizan el cumplimiento de las especificaciones, requisitos, normas o estándares de calidad.
Es por ello, que en la calidad total los gerentes y dirigentes buscan concientizar, comprometer y motivar a todos los demás trabajadores de la organización en la búsqueda de calidad, así como también establecer una «filosofía de calidad total» en donde todos los trabajadores busquen siempre mejorar la calidad de manera continua y gradual.
Para ello, los gerentes y dirigentes promueven el trabajo en equipo y practican el empowerment, es decir, proporcionan a sus subordinados el poder y la autoridad necesarios para que tomen decisiones que antes eran exclusividad de los gerentes, así como el poder y la autoridad necesarios para que solucionen problemas sin tener que perder tiempo en consultar u obtener la aprobación de la gerencia.
Las ventajas o los beneficios de aplicar la calidad total son los siguientes:
- aumento de la calidad (en los productos elaborados, en los servicios, en los procesos, en el personal, etc.).
- eliminación de desperdicios (de tiempo, de material, de esfuerzo, de dinero, etc.).
- reducción de costos (de fabricación, de proyectos, de inventarios, de distribución, etc.).
- reducción de tiempos (de producción, de parada de las máquinas, de atención al cliente, etc.).
- incremento en la productividad.
- mayor satisfacción del cliente.
- mayor satisfacción de los cliente internos (empleados).
- mayor competitividad.
- mayores utilidades o rentabilidad.
Para finalizar este artículo veamos a continuación cuáles son los denominados «los 10 mandamientos de la calidad total»:
- Satisfacer al cliente: el cliente debe ser la persona más importante de la organización y la razón de ser de ésta y, por tanto, conseguir su plena satisfacción debe ser la piedra angular de la empresa.
- Delegar: se debe colocar el poder de decisión más cerca de la acción y, de ese modo, evitar demora en la resolución de problemas.
- Tener una gerencia participativa: la gerencia debe liderar, motivar, delegar, debatir, oír sugerencias, informar, mas no imponer, ni controlar.
- Mejorar continuamente: la organización debe estar abierta a los rápidos cambios en la sociedad, en la tecnología y en las nuevas necesidades y, por tanto, superarse en cada momento.
- Desarrollar a los empleados: a los empleados se les debe brindar una adecuada capacitación, se les debe dar oportunidades para desarrollarse y para demostrar sus aptitudes, y se les debe reconocer sus logros.
- Diseminar la información: todos los planes, metas y objetivos deben ser de conocimiento de todos los miembros de la organización.
- No aceptar errores: la búsqueda de la perfección debe ser una preocupación constante, y el estándar ideal de desempeño debe uno en donde no exista ningún error.
- Ser constante en los objetivos: la declaración de objetivos debe hacerse por medio de una planeación participativa, integrada y basada en datos reales.
- Garantizar la calidad: se bebe lograr que el cliente dé por sentado que se le va a brindar un producto o servicio de calidad.
- Gestionar los procesos: las barreras jerárquicas y departamentales deben ser eliminadas para que, de ese modo, lograr procesos más eficientes.