Gestión del riesgo

Gestión, administración o manejo del riesgo, en términos de finanzas personales, consiste en controlar el riesgo que puede existir al momento de invertir dinero.

Toda inversión presenta un riesgo, es decir, una probabilidad de obtener malos resultados; por lo general, mientras más potencial de rentabilidad ofrezca una inversión, mayor será el riesgo que conlleva, y, por el contrario, mientras menos rentabilidad ofrezca, menor será su riesgo.

gestión del riesgo

Por ejemplo, invertir dinero en la creación de una empresa presenta una alta promesa de rentabilidad, pero también un alto riesgo, a diferencia de, por ejemplo, invertir dinero en una cuenta de ahorros, que presenta una baja rentabilidad, pero también un bajo riesgo.

Uno de los objetivos de la gestión del riesgo es minimizar o disminuir el riesgo que puede haber al momento de invertir; aunque, sin embargo, la gestión del riesgo también implica asumir cierto riesgo en la medida que se busque obtener una mayor rentabilidad.

La gestión del riego implica los siguientes pasos:

  • recopilación de información: consiste en recopilar información, o en informarse bien sobre una inversión antes de tomar la decisión de adquirirla, lo cual implica conocer sus características, ventajas, desventajas, rentabilidad ofrecida (por ejemplo, su tasa de interés en caso de poseer), su mercado, etc.
  • análisis de la información: consiste en analizar la información recopilada, o la inversión en sí, con el fin de determinar con la mayor exactitud posible su rentabilidad, su rendimiento, su periodo de recuperación del capital, su seguridad o riesgo, etc.
  • comparación de alternativas de inversión: en caso de contar con varias alternativas de inversión, se procede a compararlas teniendo en cuenta factores tales como la inversión requerida, rentabilidad, riesgo, liquidez, etc.
  • selección de la mejor alternativa de inversión: en este paso se procede a elegir la mejor alternativa de inversión, en base a factores tales como nuestro capital, conocimientos, objetivos de rentabilidad, tolerancia al riesgo, etc.
  • diversificación: la diversificación consiste en crear una cartera o portafolio de inversión diversificado, es decir, no concentrar todo el dinero en una sola inversión o uno sólo tipo de inversión, sino distribuirlo en diferentes inversiones, con el fin de minimizar el riesgo.
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