Cómo invertir en fondos mutuos

Si estás pensando en invertir tu dinero y buscas una alternativa sencilla que te permita empezar a invertir inmediatamente, que te permita empezar a invertir con un monto mínimo, que te permita disponer de tu dinero en el momento que quieras, y que sea segura, los fondos mutuos son tu mejor opción.

Los fondos mutuos nos permiten invertir si necesidad de contar con mayores conocimientos financieros, nos permiten invertir de forma inmediata y con poco dinero, nos permiten retirar parte o el total de nuestro dinero en el momento en que queramos, y son una inversión segura al ser administrados por profesionales que invierten de manera diversificada.

cómo invertir en fondos mutuos

En cuanto a la rentabilidad, los fondos mutuos nos ofrecen una rentabilidad mayor que la ofrecida por métodos tradicionales de ahorro, aunque menor que la ofrecida por otras alternativas de inversión tales como la bolsa de valores.

Veamos a continuación cuáles son los pasos necesarios para invertir en fondos mutuos:

1. Elegir una empresa administradora de fondos mutuos

Son varias las entidades financieras especializadas en fondos mutuos, aunque también es posible encontrar este producto en la mayoría de bancos.

Para buscar estas empresas administradoras de fondos podemos recurrir a Internet, mientras que para decidirnos por una debemos considerar los diferentes tipos de fondos mutuos que ofrecen así como las comisiones que cobran (información que podemos obtener en sus respectivas páginas web o acudiendo personalmente a sus oficinas).

Para decidirnos por una empresa administradora de fondos, podríamos también tomar en cuenta la reputación de la empresa así como las opiniones que podemos encontrar sobre ésta y sobre sus productos en sitios web de terceros.

2. Elegir un fondo mutuo

Una vez que hemos elegido una empresa administradora de fondos mutuos, debemos elegir el fondo en el cual vamos a invertir nuestro dinero.

Existen diferentes tipos de fondos mutuos dependiendo de la empresa administradora, aunque en general es posible clasificarlos en tres tipos:

  • fondos de renta fija: son fondos que invierten exclusivamente o en mayor proporción en instrumentos de renta fija (bonos, depósitos a plazo, cuentas de ahorro, etc.); ofrecen la menor rentabilidad, pero son los menos riesgosos; son los más indicados para inversiones a corto plazo.
  • fondos de renta mixta: son fondos que invierten aproximadamente el 50% en instrumentos de renta fija y el otro 50% en instrumentos de renta variable; ofrecen una mayor rentabilidad que los fondos de renta fija, pero una menor rentabilidad que los de renta variables; asimismo, presentan un mayor riesgo que los fondos de renta fija, pero un menor riesgo que los de renta variable; son los más indicados para inversiones a mediano plazo.
  • fondos de renta variable: son fondos que invierten exclusivamente o en mayor proporción en instrumentos de renta variable (acciones); ofrecen la mayor rentabilidad, pero debido a la volatilidad de la bolsa, son los más riesgosos; son los más indicados para inversiones a largo plazo.

Al momento de evaluar un fondo mutuo, debemos tomar en cuenta las siguientes características:

  • los instrumentos financieros en donde está invirtiendo.
  • los emisores de estos instrumentos.
  • la rentabilidad que ha tenido anteriormente (aunque debemos tener en cuenta que la rentabilidad que ha tenido anteriormente un fondo no significa que ésta se repita en el futuro).

Información que deberíamos encontrar en las páginas web de cada empresa administradora, aunque también podemos solicitar personalmente en sus oficinas.

Pero además de las características de un fondo, para decidirnos por uno, debemos tomar en cuenta los siguientes aspectos personales:

  • nuestros objetivos financieros o expectativas de rendimiento.
  • nuestro horizonte de inversión (el tiempo que estamos dispuestos a mantener nuestra inversión).
  • nuestra tolerancia al riesgo.

Por ejemplo, si esperamos un alto crecimiento de nuestro dinero en el largo plazo, y estamos dispuestos a tener periodos de alta volatilidad, los fondos de renta variable serían los más indicados para nosotros.

Si tenemos problemas para elegir un fondo mutuo, siempre podemos solicitar ayuda a un representante de la empresa administradora que nos asesore y nos ayude a elegir, para lo cual podría ser necesario que nos haga un test de perfil del inversionista, el cual le permita conocer nuestros objetivos financieros, nuestro horizonte de inversión, nuestra tolerancia al riesgo, entre otros aspectos personales y, en base a los resultados, determinar el fondo más adecuado para nosotros.

3. Abrir fondo mutuo

Una vez elegido un fondo mutuo, nos entregarán el reglamento de participación del fondo en donde conoceremos sus términos y condiciones, nos pedirán nuestros datos personales así como nuestro documento de identidad, y nos harán firmar el contrato con la empresa administradora.

Luego tendremos que llenar y firmar una boleta de suscripción en donde anotaremos el monto que vamos a invertir, y luego acercarnos con ésta a ventanilla para realizar el abono correspondiente a nuestro aporte.

4. Hacer seguimiento

Finalmente, debemos hacer un seguimiento periódico del valor de nuestra inversión, el cual deberíamos poder consultar en cualquier momento en Internet, o en los reportes que la empresa administradora nos envíe con determinada periodicidad a nuestra casa y/o a nuestra dirección de correo electrónico.

El hacer un seguimiento de nuestra inversión nos ayudará a controlarla y a tomar decisiones, por ejemplo, si vemos que está obteniendo un buen rendimiento y contamos con un excedente de dinero, podríamos tomar la decisión de aumentar nuestra inversión (realizar una operación de suscripción).

Pero si, por ejemplo, vemos que el rendimiento no es el que esperábamos, podemos optar por cambiarnos a otro tipo de fondo, o por retirar parte o el total de nuestro dinero (realizar una operación de rescate) y emplearlo en otro vehículo de inversión.

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