El lanzamiento del producto

Hoy en día en donde el ciclo de vida del producto es cada vez más corto, las empresas deben innovar y lanzar constantemente nuevos productos al mercado, no solo para ser competitivas, sino también para no correr el riesgo de quedar fuera del mercado.

El lanzamiento del producto (o lanzamiento del producto al mercado) hace referencia al momento en que un producto es puesto a disposición de los consumidores para que puedan comprarlo o utilizarlo.

El lanzamiento del producto es la última etapa del desarrollo del producto, siendo una de las más importantes, ya que, además de ser el momento en que el producto es presentado a los consumidores, es el momento en que se empieza a generar ingresos por el producto, y a obtener retroalimentación sobre este por parte de los consumidores.

Para ser competitiva y mantenerse en el mercado, una empresa debe innovar y lanzar constantemente al mercado nuevos productos.

Antes del lanzamiento del producto, se debe investigar y analizar las necesidades, gustos, preferencias y deseos de los consumidores que conforman el mercado meta.

Para obtener esta información algunas preguntas que se les podría formular son:

  • qué productos son los que necesitan o desean.
  • qué productos les gustaría que existieran.
  • qué productos son los que prefieren.
  • qué productos son los que más compran.

Una vez que se ha investigado y analizado las necesidades, gustos, preferencias y deseos del público objetivo, se debe diseñar un producto que se encargue de satisfacer dichas necesidades, gustos, preferencias y deseos; pero teniendo en cuenta los recursos (humanos, tecnológicos, etc.) y las capacidades (de producción, financieras, etc.) con los que se cuenta.

Al momento de diseñar un producto se deben tomar decisiones para sus diversos componentes (insumos, características, estilo, diseño, calidad, marca, empaque, etiquetado, servicios adicionales, etc.), procurando darle el mayor valor posible, y asegurándose de que cuente con una diferenciación.

Asimismo, no solo se debe considerar las características físicas del producto, sino también los beneficios que este les pueda brindar a los consumidores, ya que hoy en día, cuando un consumidor decide adquirir un producto, no solo busca lo material, sino también los beneficios que este le pueda otorgar.

Estos beneficios que se brindan a través de un producto se suelen clasificar en beneficios sensuales y beneficios psicológicos:

  • Beneficios sensuales: por ejemplo, sabor, atención, aspecto, ambiente, experiencia, etc.
  • Beneficios psicológicos: por ejemplo, comodidad, estatus (por ejemplo, debido a la marca que tiene el producto), bienestar, satisfacción (por ejemplo, al tener el producto un funcionamiento eficiente), etc.

Una vez que ha diseñado un producto se debe hacer un plan de lanzamiento en donde especifique, entre otras cosas, la descripción del producto, el precio que tendrá, los puntos de ventas en donde se venderá, y la forma en que se promocionará; y posteriormente ponerlo en práctica.

Es importante tener en cuenta que el lanzamiento del producto no es el final del proceso de desarrollo del producto, ya que se debe hacer seguimiento de este y evaluar los resultados y, en caso de que estos no correspondan con los esperados, tomar las medidas correctivas que sean necesarias.

Asimismo, se debe tener en cuenta que el ciclo de vida del producto es cada vez más corto y, por tanto, si uno no se mantiene innovando y lanzando constantemente al mercado nuevos productos, rápidamente será superado por la competencia.

Estos nuevos productos no necesariamente tienen que ser productos totalmente nuevos, sino que simplemente podrían tratarse de productos con los que ya se cuenta, pero con nuevas características, nuevas mejoras, nuevas funciones, nuevas utilidades, nuevos atributos (por ejemplo, una empresa podría lanzar al mercado el producto con el que ya cuenta, pero con un nuevo diseño, un nuevo empaque o una nueva etiqueta).

Asimismo, además de lanzar nuevos productos al mercado, se podría también sacar al mercado nuevas líneas de productos (por ejemplo, si una empresa vende ropa para damas, podría también sacar al mercado una línea de zapatos o de cartera para damas).

O también, introducir nuevas marcas, pudiendo tener dos o más marcas para un mismo tipo de producto, cada una dedicada a un mercado diferente (por ejemplo, si una empresa cuenta con una marca de ropa para damas, podría introducir una nueva marca de ropa para damas, pero con mejores acabados y con un mayor precio, dirigida a un mercado con un mayor poder adquisitivo).

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