Cómo establecer relaciones de mutuo beneficio con los proveedores

Muchas empresas suelen tratar a sus proveedores como competidores a los cuales se les debe presionar para que disminuyan sus precios y acepten todas sus demandas.

Al reducir sus precios o aceptar las demandas de sus clientes, los proveedores reducen sus márgenes de ganancias, lo que a la larga termina por afectar su economía y, por ejemplo, en su afán de reducir costos, llegan a disminuir la calidad de los productos que abastecen.

Por otro lado, si las empresas tratarían a sus proveedores como aliados, y los apoyarían para que sean más competitivos, los proveedores serían más eficientes en sus entregas, podrían brindarles productos de mejor calidad, podrían ser más solventes financieramente y brindarles mayores facilidades de pago, podrían ser más flexibles y atender mejor sus necesidades, etc.

relaciones de mutuo beneficio con proveedores

Por lo que antes que tratar a nuestros proveedores como competidores, deberíamos tratarlos como socios o aliados, y buscar establecer una relación de mutuo beneficio en donde se cree valor y ambos ganemos, que es mucho mejor a una relación en donde nosotros ganemos y ellos pierdan.

Algunas formas de crear una relación de mutuo beneficio con nuestros proveedores:

  • mantener buenas relaciones: tratarlos cortésmente, cumplir puntualmente con los pagos, invitarlos a las actividades o eventos de la empresa, etc.
  • establecer una buena comunicación y coordinación: establecer canales adecuados de comunicación, hacerle los pedidos con anticipación, anticiparse a los problemas y resolverlos conjuntamente.
  • involucrarlos en los planes de la empresa: hacerle conocer los objetivos de la empresa, diseñar una planificación conjunta, comunicarle futuros requerimientos.
  • involucrarlos en los proceso de la empresa: hacerle conocer los procesos de la empresa, pedirles sugerencias para ser más eficientes.
  • alentarlos a que mejoren sus procesos: alentarlos a que implementen programas de mejora continua, ayudarlos a que sean más eficientes.
  • alentarlos a que mejoren sus productos: alentarlos a que implementen mayores controles de calidad, ayudarlos en el diseño del producto.
  • ayudarlos a reducir sus costos: comunicarle sobre algunas especificaciones que podrían cambiar en sus productos (por ejemplo, las medidas o tamaños), o algunos accesorios del producto de los cuales podrían prescindir (por ejemplo, adornos innecesarios).
  • establecer estrategias conjuntas: estrategias que permitan compartir conocimientos y recursos, y que tengan como objetivo el obtener mejoras y el desarrollo de ambos.
  • mantenerlos al tanto de los cambios del mercado: mantenerlos al tanto de las nuevas necesidades, preferencias o gustos de los consumidores.
  • darles retroalimentación: brindarles información sobre el consumidor final, sobre sus impresiones, opiniones, etc.

Como apunte final, debemos señalar que no siempre es conveniente buscar una relación de mutuo beneficio con nuestros proveedores, ya que antes debemos considerar algunas cosas, tales como el tamaño del proveedor, el número de clientes que tiene, si tienen las mismas aspiraciones de crecimientos que nosotros, si las mejoras que obtengan también beneficiarán a nuestra competencia.

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